Torrevieja, uno de los destinos turísticos más solicitados de España por la bondad de su clima, las playas de blanca y finísima arena, un paisaje extraordinario donde domina el azul purísimo del horizonte, el carácter amable de los lugareños y, por supuesto, la cocina mediterránea en la que destacan las carnes de altísima calidad culinaria, los arroces y los pescados, combina un ambiente marinero y cosmopolita con un pasado histórico y comercial. Este ambiente es el que le dota de un carácter especial.

Todas estas características mezcladas con una oferta gastronómica inigualable convierten al restaurante el Puerto en el espacio gastronómico ideal para ir procesando en la memoria los momentos únicos que has ido disfrutando en esta bella localidad alicantina, al tiempo que compartes una comida en la magnífica terraza al aire libre junto al Real Club Náutico donde te acompañará la música metálica que producen los balandros atracados en los pantalanes.
Tras un paseo por el paraje natural de las salinas de Torrevieja y el parque natural de las Lagunas de la Mata, la mejor forma de insistir en la plenitud de la felicidad es pararse a degustar las carnes exquisitas como la I.G.P. Morucha de Salamanca, la I.G.P. Avileña o el solomillo a la sal que prepara el Restaurante el Puerto con recetas diversas, idóneas para sacarle todo el partido a este producto excepcional.
Solomillo a la sal, un plato que te hará olvidar que eres mortal

El solomillo a la sal es una de las especialidades del Restaurante El Puerto que te reconciliará con la vida y te hará pensar que haber venido hasta Torrevieja ha merecido la pena. Esta receta, que aprovecha las salinas de la localidad para prepararlo, saca de la carne todo su sabor al quedar muy jugosa gracias a la capa de sal. El producto es el gran secreto, la carne es de ganado pastoreado en la dehesa y alimentado de pastos naturales. Condiciones que hacen que la carne sea extraordinariamente sabrosa, tierna y mantecosa. Un bocado exquisito para acompañar con un joven tinto monastrell, carnoso y ligeramente seco.
Como la I.G.P. Morucha de Salamanca, una carne de vacuno cuyo color desde el rosa brillante al rojo cereza extraordinario adquiere en el plato un sabor intenso y aromático. La raza morucha (autóctona de Salamanca) por su genética, su alimentación a base de pastos naturales y la libertad de movimientos en la dehesa proporciona una carne “gourmet”.
En Torrevieja, se puede alcanzar un grado de libertad altísimo después de recorrer la costa alicantina, dejarse llevar por el rumor blanco del mar calmo, pero sobre todo cuando te has sentado en el Restaurante el Puerto, en uno de sus comedores minimalistas con decorativos cordeles que recuerdan al ambiente marinero colgando del techo, a comer un chuletón de la I.G.P. Avileña que es de textura fina, grasa cremosa e intenso sabor, cocinado en las brasas que hacen que los jugos permanezcan dentro de la pieza.